Sumario
Presentación
Gabriela Basz
1.Clínica y concepto
En línea con Jacques-Alain Miller
Los caminos abiertos de Jacques Lacan
Leonardo Gorostiza
La continuidad del inconsciente
Silvia Salman
El problema de Lacan: la juntura más íntima del sentimiento de la vida en el sujeto
Gustavo Stiglitz
Algunas notas sobre la práctica, el practicante y la Escuela
Fernando Mó
- Dimensiones de la Otra cosa
Las pasiones en Lacan. De las dimensiones de la Otra cosa a las pasiones del alma
Mónica Torres
Joyce el síntoma – Sade el fantasma
Fabián A. Naparstek
El concepto de trauma en Freud en el núcleo de la elaboración lacaniana sobre la angustia
Osvaldo Delgado
El sinthome y ¿sus? goces
Fernando Vitale
Pequeña genealogía –inconclusa– del mal, en Lacan
Elvira Dianno
- Significación de sí
Una lección primordial
Daniel Millas
Algunas puntuaciones sobre imaginario y cuerpo
Marisa Morao
El concepto problemático de verdad en la enseñanza de Jacques Lacan
Daniel Senderey
De enganches y desenganches
Patricia Moraga
Interpretar, ¡vaya palabra!
Sohar Marcelo Ruiz
Presentación
En los inicios de su intervención “La cosa freudiana, o sentido del retorno a Freud en psicoanálisis” Lacan interpela a los posfreudianos: “Es regresar al principio reaccionario que recubre la dualidad del que sufre y del que cura, con la oposición del que sabe con el que ignora. ¿Cómo no pedir disculpas por considerar esta oposición como verdadera cuando es real, cómo no deslizarse desde ahí hasta convertirse en los managers de las almas en un contexto social que requiere su oficio? El más corruptor de los conforts es el confort intelectual, del mismo modo que la peor corrupción es la del mejor”.
A contrapelo de cualquier confort intelectual, consideramos que el psicoanálisis es el único discurso que demuestra que ningún discurso puede decir toda la verdad. El discurso analítico, articulado a la castración, no puede asegurar su consistencia. Por esto mismo, la relación del real del psicoanálisis con los conceptos es inestable. Testimonio de ello es la incesante transformación conceptual en Freud y en Lacan. ¿Cómo leer esos desplazamientos? ¿Cómo expresar que ni la primera enseñanza anticipa la última, ni que ésta es una superación de lo anterior? Al decir de Miller en la entrevista que presentamos a continuación, Lacan teje incesantemente la trama conceptual de su discurso sin deshacerla. Por otro lado, la tensión entre el concepto y el caso nos propone elevar cada caso a paradigma: cada caso es un “inclasificable”. Esto sería lo propiamente lacaniano. Los artículos del presente volumen toman partido en relación a estas preguntas. Cada concepto abordado (significación delirante, interpretación, psicosis ordinaria, las pasiones, la función de lo imaginario, síntoma y fantasma, el sinthome…) un tonel de las Danaides.
En la entrevista que inaugura este libro de la COL, J.-A. Miller se refiere a la química de los conceptos en psicoanálisis. “Todo es bueno en Lacan (…) para ser puesto a prueba”, es un excelente punto de partida para leer su posición. Lacan trama a lo largo de los años su discurso sin deshacer nada. ¿Cómo leer esa trama? ¿Cómo captar qué diseño se compone? También dice de modo notable acerca de la tensión entre el concepto y el caso clínico: hay tipos de síntoma, pero cada caso es un “inclasificable”. Para Miller, la ultimísima enseñanza es una tentativa de desconceptualización del psicoanálisis, en la perspectiva de su puesta fuera-de-sentido. De allí un consejo fuerte sobre la transmisión del psicoanálisis: no es aconsejable comenzar por allí. ¿Qué tratamiento hacía Lacan de los conceptos que tomaba de otras disciplinas? ¿Cómo mantener juntos los momentos de su enseñanza que responden a diferentes paradigmas conceptuales?, son algunas de las preguntas cruciales que se abordan. Sobre el final de la entrevista, Miller nos propone que la cifra “4” para Lacan es siempre exigible para una articulación que proceda del inconsciente. Entonces, ¿cuáles serían hoy los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis?
En “Los caminos abiertos de Jacques Lacan”, L. Gorostiza expone cómo los distintos momentos que se pueden introducir en su enseñanza son el producto de una transformación continua, diacrónica, en la que el tiempo cuenta. Así, en la semejanza entre dos concepciones diferentes de la relación del significante y el goce muestra que no se trata de la misma articulación adelantada en el tiempo. Tampoco la diferencia entre dos soluciones al problema excluye a la más vieja por caduca. La agudeza y la inconsistencia del Otro, el inconsciente como manifestación de una pura hiancia y el inconsciente real, el objeto a como límite a la transparencia del Otro y la presencia de una sustancia opaca al sentido que objeta radicalmente al supuesto Dios omnividente, señalan algunos mojones de los caminos abiertos que sigue el texto.
El escrito de Silvia Salman “La continuidad del inconsciente” se basa en la siguiente orientación: considerar que la última enseñanza de Lacan ex-siste a la enseñanza que no es la última. Y esta ex-sistencia significa que se sostiene por fuera, que forma parte pero no en su interior, que está suelta pero no desanudada. “Estar allí en el”… texto de Silvia es dejarse aspirar por el inconsciente, por el torbellino del sentido y lo real. La autora nos propone un recorrido novedoso que articula continuidad y cortes epistémicos al subrayar la dimensión espacial por sobre la temporal, haciendo converger diferentes momentos en un mismo lugar. Apuesta potente que incluye pistas para pensar nuestra clínica actual y sin duda, el fin del análisis.
Para Gustavo Stiglitz, “…la juntura íntima del sentimiento de la vida en el sujeto”, no sólo es “el problema de Lacan” sino que constituye el cénit del bien decir lacaniano. La investigación y elaboración acerca de este problema (que es el de la articulación entre lalengua y el cuerpo) recorre toda la enseñanza de Lacan. El interesante recorrido del texto se detiene en las transformaciones, en términos de nombres o de operadores de lo que se encontrará íntimamente en la juntura. Pero lo que no se transforma es que siempre para el ser hablante se tratará de piezas sueltas que de alguna manera hay que juntar…
En “Algunas notas sobre la práctica, el practicante y la Escuela”, Fernando Mó plantea que el acto de Fundación de la Escuela de Lacan es una respuesta al problema de la formación del analista. Desde ahí, ¿qué es lo propio de la práctica analítica, de los “autóctonos del país del psicoanálisis”, tal como lo nombra Miller en “El lugar y el lazo”? El sujeto de la práctica es el que trabaja en el impase entre teoría y práctica. La dimensión de la experiencia no se reduce a un saber hacer. Entonces, la comunidad resultante es de analistas que se autorizan a sí mismos. Por ello en el horizonte se trata de subjetivar el concepto de Escuela.
El texto de Monica Torres “Las pasiones en Lacan. De las dimensiones de la Otra cosa a las pasiones del alma”, se adentra en el desafío de leer a “Lacan en bloque” partiendo de la historia de nuestra Escuela. Una historia de pasiones. Su afirmación “El problema de Lacan es el problema del psicoanálisis”, apunta a poder pensar la articulación entre significante y goce. Así, su texto se desliza entre las pasiones del ser y las pasiones del alma, apoyándose en la lectura de Descartes, Dante y Spinoza. Sobre el final del mismo, nos brinda un interesante cuadro para orientarnos en el laberinto de “las pasiones” en la obra de Lacan.
En su texto “Joyce el síntoma-Sade el fantasma”, Fabián Naparstek se refiere al valor de la segunda serie del curso de J.-A. Miller. Y a partir del curso “El síntoma y fantasma y retorno”, propone una analogía: Joyce es al síntoma lo que Sade es al fantasma. Se trata de una serie que los aúna: hacer con lo ilegible de su literatura una modalidad de respuesta frente a la falta del significante en el Otro. Haciendo eje en Sade, en una vertiente fantasmática que implica quedar aplastado por el objeto a, el trabajo interroga otras maneras de vivir el fantasma y enriquece esta interrogación al distinguir clínicamente esas distintas formas de vivirlo.
El trabajo de Osvaldo Delgado “El concepto de trauma en Freud en el núcleo de la elaboración lacaniana sobre la angustia”, presenta la cuestión del trauma como una piedra de toque en Freud y Lacan. ¿Cómo lee Lacan las metáforas energéticas freudianas? En un exhaustivo recorrido que parte de “Mas allá del principio de placer” al que nombra “giro de 1920”, ubicará los hitos fundamentales, como así también los obstáculos que permiten articular la noción de trauma con la angustia lacaniana. En este sentido, el trabajo apunta a demostrar que para Lacan, en su lectura de Freud, la angustia traumática vale como irrupción de goce.
Fernando Vitale nos brinda un notable texto acerca de cómo pensar hoy las incidencias del acto analítico a la luz de la noción de sinthome. Su título “El sinthome y ¿sus? goces”, nos introduce en el tratamiento de las relaciones entre significante y goces que “no tiene otro fin que el de seguir el recorrido por el cual Lacan intentó elucidar una y otra vez cómo entender la eficacia de la práctica”. Entonces, ¿cuál es la eficacia del discurso analítico si el sinthome delinea un circuito similar al de la repetición? Fernando interroga la función de la interpretación y lo que Miller llama desedipizar el goce. ¿Se trata del mismo goce el mortificante que el vivificante? Dichas interrogaciones sobre las relaciones significante-goce lo lanzan a concluir optar en la práctica analítica entre la orientación al padre o la orientación al sinthome.
“Pequeña genealogía –inconclusa– del mal, en Lacan”, de Elvira Dianno, plantea un recorrido exhaustivo de la noción de Mal en la obra de Lacan haciendo hincapié en el seminario La ética del psicoanálisis, del que resulta “un Bien inalcanzable por la misma paradoja del goce, subsidiaria de la paradoja de la Ley”. La pregunta con que concluye Elvira este verdadero work in progress es: si la Cosa (das Ding) en su punto de Absoluto, es aquello que el Principio de Placer debe mantener a distancia, el Bien inalcanzable como premisa, ¿conllevaría a su vez la necesidad de un mal también imposible de alcanzar, un goce absoluto imposible de satisfacer?
Daniel Millas nos invita a seguirlo tras la huella de una interrogación permanente acerca de la experiencia analítica: el tratamiento del sentido y su relación con lo real. Tema que desarrolla con mucha soltura a partir de la clínica de la psicosis. De una manera original aborda el eje de la interpretación delirante y analítica. Sin dudas, el recorrido propuesto ilumina una “lección primordial” para la formación del analista.
Marisa Morao realiza “Algunas puntuaciones sobre imaginario y cuerpo”. Lacan en el estadio del espejo inicia la investigación sobre la función de lo imaginario. El recorrido del texto hace un contrapunto con su última enseñanza. ¿Qué ligaduras se pueden situar entre ambos? Desde las psicosis se verifica que el registro imaginario provee marco y enganche al sujeto. En la última enseñanza, la referencia al cuerpo se orienta hacia la función de consistencia ¿Podrá la debilidad mental –tal como escribe Lacan– tratar el impase de la falta de abrochamiento del ser hablante en el fantasma? Se impone entonces seguir el hilo de Lacan desde la imago corporal de los inicios, la pluralización de las formas de goce y la afinidad del cuerpo y de lo imaginario en la teoría de los nudos.
Daniel Senderey se refiere a “El concepto problemático de la verdad en la enseñanza de Jacques Lacan”. Elige recorrer las mutaciones del concepto de verdad en tanto pivote del “problema de Lacan”. Retomando algunos antecedentes freudianos para dar cuenta de dónde surge este concepto y cómo se articula a la causa y al inconsciente freudiano, recorrerá los textos fundamentales en Lacan para dar cuenta del concepto hasta arribar a la renuncia de la verdad cuando, al final de su enseñanza, Lacan pone el acento en el sinthome.
En “Enganches y desenganches”, Patricia Moraga desarrolla algunas de las coordenadas vitales del programa de investigación sobre las psicosis ordinarias en un contrapunto riguroso con las psicosis extraordinarias. Tiene la virtud de enriquecer su desarrollo con numerosas citas e ilustrar con variadas referencias, abarcando el análisis de la alucinación del dedo cortado del hombre de los lobos, Marrana, Joyce, la psicosis de Jean-Jacques Rousseau, así como de Ludwig Wittgenstein. Es un verdadero work in progress que abre preguntas cruciales que despiertan entusiasmo e invitan a seguir investigando.
“¡Interpretar, vaya palabra!” nos propone Sohar Ruiz. Y despliega un interesante recorrido de dicha palabra en el psicoanálisis. En Freud: un problema que se desplaza entre especulación y experiencia. La apuesta lacaniana, en cambio, se formaliza en la sentencia “No hay metalenguaje”. El texto nos brinda diferentes articulaciones entre la interpretación delirante y la analítica: la juntura que explora con la interpretación delirante es la que se ubica entre simbólico y real. Respecto de la analítica: de la insuficiencia de la significación a la acción del analista en el litoral. El texto finaliza con una travesía por la escritura poética china.
El presente volumen de la COL enriquece la perspectiva del problema que nos interroga a los apasionados por su enseñanza: “El problema de Lacan”.
Gabriela Basz
(Con colaboración de Andrea Berger, Adriana Lafogiannis, Gustavo Slatopolsky, Esteban Stringa y Julio Riveros)